El devenir de los colores en el paisaje, la flora nativa y la fauna, las sierras pedregosas y el continuo viento limitan el territorio de la Reserva Natural Las Piedras. Durante los días en residencia, el pastizal serrano fue mi espacio de reflexión y exploración. ¿Cuál es el gesto de la piedra, el pastizal y el viento?
Para buscar una posible respuesta a este interrogante, el método de investigación que realicé durante los veinte días consistió en salir al encuentro con el ambiente natural y llevar a cabo un registro sensible mediante diferentes prácticas de percepción e instrucciones para observar que fueron surgiendo en este andar.
Dichos registros me permitieron trazar una posible cartografía del territorio que da cuenta de mi percepción. Esta práctica promovió una relación simbiótica en el pastizal, generando diferentes maneras de habitarlo y, junto con ello, la creación de nuevos mundos.
Trabaje con materiales del pastizal serrano –barro, piedras, pasto y viento– para la realización de la obra. Estos materiales se reterritorializaron en un nuevo medio de expresión: del natural al estético. Del mismo modo tome las prácticas de observación del ambiente, por ejemplo, levantar una piedra, que se reterritorializaron como prácticas de contemplación estética en la obra. Esta acción me condujo a reflexionar sobre los diferentes modos de aparecer bajo una piedra, donde aparecen otros territorios y otras maneras de habitar y, por lo tanto, otras maneras de hacer mundo.
Tensioné los límites entre lo que consideramos natural-intervenido, autóctono-exótico, ambiente-paisaje y conservado-explotado tanto en la naturaleza como en el arte.